Hoy hablaremos de un termino que cada vez está más presente en la sociedad “fitness”, junto a tendencias como el ayuno intermitente, la dieta keto o los entrenamientos de alta intensidad (HIIT). El NEAT (Non-Excercise Activity Thermogenesis), debería tener mucha mayor importancia que las anteriormente citadas.
¿Qué es el NEAT?
El NEAT o también llamado entrenamiento invisible, hace referencia a toda aquella actividad física que no tenemos programada y que genera un gasto calórico. Dentro, incluiríamos todas esas acciones que no se consideran actividades deportivas, pero requieren un esfuerzo físico.
Subir por las escaleras, movernos por la ciudad caminando o ir en bicicleta al trabajo son actividades que determinarán tu NEAT ya que son acciones que muchas veces subestimamos, pero que al final de la semana suponen un extra de caloría quemadas.
El NEAT es un valor que puede marcar la diferencia a la hora de conseguir nuestros objetivos gracias a la suma de pequeños detalles.

NEAT y objetivos
Imaginemos que nuestro objetivo es perder peso. La clave para ello es tener un gasto calórico superior al consumo calórico (explicado de manera simplista). Dicho de otra manera, si nuestro objetivo es adelgazar, deberíamos quemar más calorías de las que comemos, tener un ligero déficit calórico.
Para lograr dicho déficit calórico podríamos tomar diferentes caminos o combinarlos entre ellos:
-Reducir la ingesta calórica.
-Aumentar el ejercicio físico.
-Aumentar nuestra actividad física diaria.
Cumplir con las dos primeras opciones, muchas veces, se nos puede hacer muy complicado debido al trabajo, compromisos o tareas diarias, por eso, hay que darle una mayor importancia a la tercera opción, la cual va a determinar nuestro NEAT.
Con poco que cambiemos, podemos aumentar nuestro gasto calórico de una forma muy determinante.
¿Cómo puedo aumentar el NEAT?
La respuesta en este caso es muy sencilla, para aumentar el NEAT tengo que alejarme de un estilo de vida sedentario. El mejor aliado es llevar una vida activa que me haga aumentar el gasto calórico. Para lograrlo solo tengo que hacer pequeños cambios.
Cambia el ascensor por las escaleras, sal a hacer la compra caminando en lugar de pedir por internet, evita coger el coche e intenta moverte por la ciudad a pie. Estas acciones, junto a otras muchas que puedes hacer en tu día a día, van a determinar el valor de tu NEAT, aumentándolo considerablemente.
¿Cómo calculo mi NEAT?
Debemos tener claro que existen diferentes factores que condicionarán el NEAT de cada persona. La genética, el sexo, el peso o el metabolismo de cada individuo van a ser determinantes en el NEAT.
Por ejemplo, en condiciones similares, una persona de mayor peso siempre tendrá un NEAT mayor al de una persona de menor peso. Lógicamente, para mover más peso necesitaremos más energía.
Por estos motivos es muy complicado calcular el NEAT con exactitud. Es por esto que debemos alejarnos de formulas mágicas que prometen calcular el NEAT correctamente.
Una de las mejores maneras para calcular el NEAT de cada persona es utilizando las conocidas pulseras de actividad. Estas pulseras recogen una serie de datos basándose en los pasos que damos y lo activos o sedentarios que somos. En base a estos datos y si hemos introducido bien nuestro peso, estas pulseras calcularán de una manera muy aproximada nuestro gasto calórico. Obteniendo este valor, ya solo tendríamos que ajustar nuestra ingesta para obtener un déficit o un superávit calórico dependiendo de nuestro objetivo.
Dicho todo esto, es importante tener claro que no debemos obsesionarnos con los datos que nos da una pulsera. Debemos empezar por cambiar hábitos sedentarios por hábitos saludables que nos mantengan activas/os.
Conclusión
No os autoengañéis, una persona que va 2 veces a la semana al gimnasio, bebe zumos verdes, dieta keto, ayuno, suplementación… pero pasa las otras 23 horas del día sentada, NO es una persona deportista ni saludable, sino una persona sedentaria. Antes de hablar de ayuno intermitente, dieta keto o entrenamientos de alta intensidad, debemos asentar las bases: actividad física diaria, alimentación saludable y buen descanso. Eso nos dará el 90% de lo que necesitamos para cumplir objetivos y tener una vida saludable, ¿para qué pensar en lo que únicamente me aportará un 10%, sin tener lo importante instaurado en mi vida diaria?